jueves, octubre 12, 2006


PATAGONIA–PATANEURA

Pataneura: Dícese del efecto magnético que produce la Patagonia en ciertos humanos. A nivel popular, dicho efecto se asocia a la ingesta de derivados de calafate o incluso como reacción al besar el dedo gordo del pie de un conocido patagón residente en Punta Arenas. Incluso puede que sea uno de los efectos secundarios de aquella definición de la Patagonia como un “estado mental”

Hoy hace nueve meses que el Guanaco emprendió el vuelo de este blog, y hoy faltan cinco días para que este vuelo sea real y nos lleve una vez más a Patagonia.

Punto y seguido...antes de partir es un buen momento para contarles de lo que llamo Pataneura.

Más historias, aún más mínimas...
A raíz del brote agudo de pataneura que me provocó el viaje del año pasado, mi colega El Profesor me aconsejó abrir un blog como terapia para dar rienda suelta a esta “supuesta” enfermedad.

Primero probé con el Rorschach y los proyectivos a la patagona...nada...más tarde los sistémicos no encontraron el sistema...

Ni las ceremonias rituales sirvieron de nada...así que me lancé a la brava...

Fruto de la pataneura, desde la desfachatez de la pasión, con la falta de vergüenza literaria del autodidacta y con la ilusa ilusión del devoto apareció El Guanaco Volador.

En El Guanaco habrán comprobado como la pataneura presenta síntomas peculiares. Ante ciertos estímulos manifesté casos de “verborrea aguda”, Chaltén y Viedma provocaron tiempo atrás un brote florido.

Estar “Entre Ballenas en Patagonia” llega a provocar el efecto contrario al antes detallado. Se dan casos de mutismo total, de imposibilidad de articular palabra e incluso en muchos casos llegando a provocar llanto manifiesto.

El “Efecto Perito Moreno” es claro síntoma del como se inicia la pataneura. Esa especie de hechizo llega a calar muy hondo en los genéticamente predispuestos a estar...“Entre patagones”.

Por suerte, (efectivamente leyeron bien, dije por suerte), esta terapia ha agravado todavía más las cosas. En el buen sentido ha sido peor el remedio que la enfermedad ya que más que servir de bálsamo para quitarme de la cabeza el volver una vez más a Patagonia, el blog y la respuesta generosa de quienes nos han ayudado ha supuesto un nuevo aliciente para volver. El viaje de este año, además de lugares fantásticos promete de entrada encuentros entrañables, paisaje y paisanaje en el mejor sentido de los términos.

Lo reconozco, ando rozando el terreno del iluso y mi pataneura es profunda... no puedo desconectarme de Patagonia...me paso el año esperando que llegue primavera para volver a esa tierra y por fin ese momento ya llegó.

No será en ese carro que esconde al Perito, pero una vez allá nos moveremos en bus, a pie, en auto, puede que a caballo, sin aviones que obvian la grandiosidad, que no permiten ese cuerpo a cuerpo que supone viajar por Patagonia, un lugar hermoso...

...donde una vez más volveremos a disfrutar siendo “dos siluetas robadas a uno de sus atardeceres”.