PATAGONIA – PUENTES

Fin de semana, hagamos como los paisanos y aprovechemos para acercarnos al pueblo.

Durante el viaje nos contarán de lo que mejoraron sus desplazamientos desde que construyeron un puente que les evita un rodeo de dos horas para cruzar la quebrada tal o el río cual. La misma Danka nos contó que uno de los días “importantes” para los habitantes de Chile Chico fue cuando se inauguró el puente sobre el Jeinimeni.

Así pues creo poder afirmar que en Patagonia la palabra PUENTE adquiere la más positiva de sus acepciones, polo opuesto a ciertas “necesidades creadas” que en aras del progreso andan vendiéndonos aquí en el Norte.

Unos son modernas obras bien construidas, el puente de Puerto Aysén lo demostró hace una semana.

Otros, más modestos, solo aptos para ser andados evocan otros tiempos...los de Lucas Bridges y su gente construyendo la pasarela del Chacabuco...

Hoy robusta obra del siglo XXI

Unos kilómetros antes la Pasarela se tiende sobre el Desagüe...

Muchos kilómetros al Sur, en La Leona el hormigón suplió a la balsa.

Los hay de modestos pero eficaces, Los Mellizos lo demuestran por partida doble.

Los hay singulares, este puente sobre el Cóndor viajó miles de kilómetros para acabar aquí.

Algunos, aunque anónimos, suelen cruzar ríos cargados de historias de pioneros, el Chalía, el Mayo, el Coyle…

Otros ayudan a salvar quebradas, antaño fin de trayecto para los inventos motorizados, aunque seguro que hasta los caballos los agradecen.

En Patagonia los puentes se integran en el entorno sin demasiadas estridencias.

Y es sin estridencias que queremos acabar, solo oyendo el rumor del agua de glaciar corriendo hacia el Pacífico desde…

Uno de esos “otros puentes” de los que les hablaba...los que facilitan ayuda al caminante, los que suelen llevar a rincones que únicamente demandan la voluntad del visitante por conocerlos.


Puentes, la cara positiva del progreso…al menos en Patagonia.