viernes, diciembre 08, 2006


PATAGONIA 07 – ENTRE GUANACOS
CALETA SARA - CABO DOS BAHÍAS

Puede que los guanacos supieran que aquellos días “ese que se hace llamar el Volador” iba a andar por allí.

Voy a pedirles un poco de paciencia ya que esos tres días dieron para mucho y esto va a ser largo.

Hoy les cuento “la primera impresión”, les invitamos a acompañarnos a ¡¡¡otra joya de Patagonia!!!

Con pocas palabras basta...este escueto cartel cumple a rajatabla con lo de “El que avisa no es traidor”

Un mes antes habíamos llamado a Comodoro para informarnos, Mara Capdevila nos atendió.

¿Mara?...Sí...

...Siguieron quince minutos de agradable e interesante charla intercontinental. Mara se sorprendió de que estuviéramos interesados en tan recóndito lugar, la puse en antecedentes de nuestra “pataneura” y quedamos en vernos en Caleta.

Un Comentario - Mira que hay nombres de mujer, pero la casualidad siempre añade un toque de su esencia. Casualidad es que al llamar desde el Mediterráneo para informarte de un lugar remoto de Patagonia como Caleta Sara...¡¡¡te atienda una Mara!!!
Para situarles, Caleta Sara se ubica dentro de la Reserva Cabo dos Bahías y en la misma Caleta es posible alojarse en unos barracones del llamado “Club Náutico”. Al estar en un área protegida, Caleta depara espectáculo asegurado.

Y aquí estamos...camino de Caleta Sara.

Cuando salimos de Camarones hacia Caleta el día estaba encapotado y lloviznaba. En el camino (un paseo de treinta y pocos kilómetros) ya vimos algunos guanacos. El paisaje sorprende, acostumbrados a la aridez de la Patagonia Atlántica esta zona destaca por el verde que confirma que esa zona es más “humeda” (y así nos lo confirmaron)

Llegamos donde el guardaparque, Alvarino Neira (más conocido por Bambino) nos atendió amablemente y nos indicó como ir a los lugares estratégicos.
Pocos metros más allá

¡¡¡Sorpresaaaa!!!

Señoras y Señores bienvenidos a ¡¡¡TERRITORIO GUANACO!!!

¡¡¡Nunca habíamos visto tanto guanaco junto!!!...y esto solo acababa de empezar.

Una broma, igual la tropilla se había reunido porque Bambino les avisó con el walkie “Chicos por ahí viene El Guanaco Volador”.
Parece que les causamos buena impresión ya que, tímidos, sorprendidos, jugando, revolcándose, usando el baño, ensayando juegos amorosos...así los pudimos observar en esos días. Estuvimos allá disfrutando del espectáculo hasta que la tropilla se fue retirando.

Asombrados por el recibimiento llegamos a Caleta Sara, al “Náutico”, donde Aldo Capdevila (el padre de Mara) nos recibió con gran cordialidad. (Esa noche, este recóndito lugar se convirtió en el lugar con más “marcha” en seiscientos kilómetros a la redonda).
Vamos a pasear para echar un vistazo al entorno.

Ese rincón de costa no tiene nada que ver con las habituales inmensidades del Atlántico Patagón. Caleta Sara es un abrigo natural donde el mar al ritmo de las mareas entra serpenteando mansamente por los diferentes rincones de la cala. Hacia la Izquierda queda el Náutico (las dos construcciones les sirven de referencia para la siguiente foto)

Bien protegido, a la izquierda asoma el Náutico. Allá atrás el mar se abre a la Bahía de Camarones.


Y desde ese mismo punto de vista, hacia la derecha la cala se pierde en territorio de guanacos y flamencos.

La costa rocosa es de un color rojizo y como les dije nada tiene que ver con Península o con las infinitas playas del Golfo de San Jorge

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