martes, diciembre 19, 2006


PATAGONIA 07 – HASTA PRONTO

Era un 24 de octubre por la tarde y recuerdo ese “momento” compartido con uno de los símbolos de esa tierra llamada Patagonia.

Muy a pesar de todo lo que uno anda acarreando con los años, aunque sea muy a lo lejos en algún lugar de nuestra memoria, quedan ecos de aquellos momentos de descubrimiento, del realismo mágico de la infancia, ilusiones más que perdidas...olvidadas
.

Dirán que exagero (y seguramente con razón) pero “en Patagonia” he rememorado esos momentos y esta foto sirve de testimonio de uno de ellos.

Perdonen, creo que me fui por las ramas...
Antes de despedirnos del Cabo dos Bahías queremos presentarles a unos cuantos amigos que gentilmente se brindaron a explicarnos de la vida cotidiana de un guanaco.

Esta bien podría ser la imagen de un guanaco sorprendido haciendo una travesura.Son animales fascinantes, su paso en “estéreo”, la expresividad de sus caras y su juego de orejas sugiriendo multitud de “estados de ánimo”.

Allá se nota que quien gestiona el terreno son ellos, mantienen el pasto en perfecto estado. Tiempo atrás no solo trabajaban para ellos ya que eran ropa, toldos, agujas, hilo y como no, alimento para estómagos no rumiantes.

Por lo tanto fueron “alimento” para una cultura, (no me extraña que pintasen guanacos en las piedras). Desgraciadamente los pintores casi desaparecieron víctimas de sus congéneres, quedaron los guanacos.
Los guanacos y su “cultura” alias comportamiento:
Eligen ciertos lugares para crear los llamados “revolcaderos”. Son ordenados, por ejemplo los grupos concentran sus excrementos en lugares concretos, los llamados “bosteadores” o algo así.

Gimnástica forma de aligerar la tripa y además de marcar territorio.

Entre los suyos comparten mesa, los grupos familiares son gentiles con las hembras solteras, ¿Les suena...porqué será?

Vaya usted a saber que le deparará la vida a este camélido adolescente, esperemos que su futuro no acabe en escabeche.

Por si acaso los hay que aprovechan el buen tiempo para dar rienda suelta al juego.

Ya les dije que en Caleta Sara el espectáculo está asegurado...esta pareja de jóvenes estaban justo enfrente de la entrada del Náutico donde en esos momentos la soledad propiciaba sensaciones únicas.

Pequeña broma:

Ese que asoma la cabeza tras las piedras preguntó... ¿oye Volador por qué usas ese nombre?

Le conté que hubo quien pensó que el Guanaco Volador era un pájaro, ya pueden imaginarse como se reían los guanacos...¡¡¡un pájaro!!!

“Ehh Volador, pero aún no me contaste”...

Se lo conté al oído (mucho me temo que a estas horas toda la colonia de Guanacos de Cabo dos Bahías ya está al caso) y entre risas me dijo:
“No te preocupes Volador, hasta Darwin cayó en la trampa”.

Aún nos quedaba la mañana siguiente y una sorpresa más ya que por unas horas fuimos los encargados del Náutico. Aldo, antes de partir raudo para Camarones para que le arreglaran la dirección de la camioneta nos dijo:

“Si salen a pasear dejen las llaves debajo la vértebra de ballena”

Será casualidad pero por Radio Deseado sonaba Larralde “diciendo” y mientras...los guanacos jugaban a pocos metros.

Salimos a pasear, ¡¡¡Y dejamos las llaves bajo la vértebra!!!

El Guanaco Volador

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias nuevamente, Guanaco, por compartir tus viajes a la Patagonia. Aunque la habito, hay tantas cosas que miro sin ver, y tú las muestras tan bien.
Esperamos tenerte nuevamente por estas inmensidades en 2007.
Un abrazo