jueves, marzo 30, 2006


CHARLANDO DE PATAGONIA CON CLERY EVANS Tercera Parte

Recobramos nuestro “diálogo virtual”, pero antes quiero agradecer a Clery los consejos que nos viene dando sobre libros. Clery como les dije nos regala lecciones de la Historia de Patagonia con sus palabras...disfrutemos pues de ellas.

¿Puedes contarnos la relación de tu abuelo y tu padre con los tehuelches?

La relación de mi abuelo con el tehuelche fue óptima. Gracias a estos gigantes ingenuos, bonachones y con gran destreza para cazar los galeses comían guanaco y liebres maras que canjeaban por pan y aprendió mi abuelo a vivir en Patagonia con la gente del cacique Wisel.

El comentario de los inviernos cuando llegaban los tehuelches a la costa del valle del Chubut y en especial de su amigo, era la descripción de las cosas bonitas que veían en el verano, seguir el sol, donde se pone el sol hay montañas, nieve, pastos y oro.



Y al respecto de lo comentado sobre la primera expedición de su abuelo a la Cordillera Clery nos escribe:

La fiebre del oro, la falta de trabajo y el espíritu aventurero de John hicieron que en l883 saliera a buscar oro en "pepas". Tres amigos, 18 caballos y una yegua madrina, fueron 6 meses para cubrir 600 Km. tras una ilusión. Pero el oro de Chubut es oro en polvo, cabalgaron 100 Km. por mes hasta llegar a la actual localidad de Gualjaina, oro no había pero sí pastos tan altos que llegaba al lomo del caballo esto jamás visto por los jóvenes.

Clery nos aconseja otro libro:

Les recomiendo un libro nuevo del 2005, se llama PATAGONIA Adiós (porque lo que Musters vio y nadie podrá verlo jamás) de Antonio Beorchia Nigris.

Él en persona realiza el viaje de George Chaworth Musters, desde Río Chico hasta Carmen de Patagones. Relata de las áridas mesetas, las estancias abandonadas, la casi extinción de la fauna autóctona, la creación de nuevos latifundios por parte de firmas multinacionales, las traumáticas alambradas, los gauchos sureños y sus costumbres, la preocupante merma de rebaños de ovejas, el viento que no da tregua son lo que este gran autor describe Estoy orgullosa de haberlo conocido ya que este año llego a mi humilde museo a traer el libro de solo 120 ejemplares (el total editados) por razones económicas y el 013 es el mío.

Eran 13 hombres, 19 caballos un año de preparativos y 5 meses de 3000 Km. recorridos de dura marcha. Realizo la travesía con un grupo de italianos intrépidos aventureros. Pienso que relata tan bien a Orkeke el guía tehuelche, al gran Casimiro, que este libro debe estar en tu escritorio, hace referencia a Ramón Lista. Este gran hombre Nigris escribe de arqueología, de alta montaña y es andinista.



Admiración, sana envidia, ¿o ambas cosas a la vez?...¡¡¡Quien pudiera emular a Musters!!!

Frente a lo que anda haciendo de Patagonia un “lugar en vías de extinción” nada pueden las palabras de este modesto blog, perdido cual mensaje en una botella entre los 18 o 20 millones de entradas sobre Patagonia en Internet, pero nos queda la intima satisfacción de contribuir a ver con ojos de respeto y admiración la Patagonia que aún permanece y por la que vale la pena dejar constancia.

Continuará

domingo, marzo 26, 2006


CHARLANDO DE PATAGONIA CON CLERY EVANS Segunda Parte

Dice Clery:

Hoy haré referencia a un hombre, a un amigo, a un buen profesional como médico, antropólogo y al adulto que siempre supo escuchar y dar el consejo oportuno.

HUBERTO CUEVAS ACEVEDO llegó a mi pueblo en el año 1950, su primer destino como médico y el primer paciente... mi padre. De allí nace una amistad, hablaban “el mismo idioma”, las mismas locuras por hacer acá en Patagonia.




Dos libros suyos captan con relatos cuentos y leyendas de los nativos y los galeses, pero el mejor relato es el del Ascenso al Trono de las Nubes realizado por mi padre y Huberto el 19 de febrero de l955 en la cordillera del Chubut.

“Desde que nos radicamos en Trevelin a fines del año l950, la presencia constante de esta hermosa montaña fue tentando el ánimo en el sentido de su escalamiento. Se levanta al noroeste del pueblo, distante unas pocas leguas es una de las varias cumbres con que culmina por el sur el majestuoso cordón Situación. Por este lado la montaña desciende al Valle de la Colonia 16 de Octubre"

El relato del ascenso es tan poético, dice en un párrafo:



“Después de cruzar el arroyo Blanco que se descuelga por entre los bosques del faldeo, trayendo el mensaje de los ventisqueros cumbreños, se abandona ya todo camino habitual para enfilar a una garganta empinada que se abre entre dos inmensos farallones de roca efusiva”

Luego de tres días perdidos y los dos sufrían de vértigos, llegan a nuestro hogar mas muertos que vivos pero dice:

"Recién entonces hubo confesiones de la zozobra experimentada y el éxito que pudo ser celebrado con risas y algaraza. Ya no temíamos al vértigo, ni a la sombra gigante del cóndor, ni al viento que allá arriba ululaba de coraje”.

Al morir mi padre amigo y compañero de andanzas de Huberto, me escribió varias cartas para indicarme sutilmente lo que mi padre hubiera hecho con la veranada, las tropas, las épocas, el destete de los terneros, en fin la última frase daba coraje para seguir adelante "hija de tigre tigresa tienes que ser"

El presento mi libro en la Tumba del Malacara el 25 de Noviembre de l994. Huberto falleció en Tandil con el cariño de su fiel compañera y de sus tres hijos y nos dejó a los amigos, alumnos de Facultad, y a la gente de Trevelin el mejor de los recuerdos.

Y a propósito de uno de los libros de Don Huberto (Tierra sin Tiempo) en el capítulo titulado Valle Heroico narra la historia del Malacara y empieza el relato del siguiente modo:

“Aquí se narra un episodio real, un episodio ya legendario en la Historia del Chubut, Juan Daniel Evans “El Baqueano” fue uno de sus protagonistas. De su hijo Milton, nuestro amigo, hemos tomado testimonio”...



Este es uno de los mapas que aparecen en el libro de Clery, para que se hagan una idea de la distancia recorrida. Partieron en Noviembre de 1883, su expedición duró más de cuatro meses, solo el Sr. Evans y el Malacara volvieron...

Clery describe el encuentro de su abuelo con Richard Davies colono galés que andaba cazando cerca del Campamento Villegas. Hacía dos días sus compañeros habían muerto en el ataque de los indios, era domingo 5 de marzo de 1884...

“El Malacara apenas podía moverse, dolorido, con un agotamiento que parecía fatal. Herido hasta el hueso le brotaba sangre de las cuatro patas...”

No cabe duda, el Malacara era algo más que un caballo.

Continuará


jueves, marzo 23, 2006


Clery Evans
CHARLANDO DE PATAGONIA CON CLERY EVANS Primera Parte
Es un honor para El Guanaco compartir con ustedes una charla con Clery Evans continuadora y conservadora de un legado fascinante.
Clery nieta de John y Annie, hija de Milton y María, tres generaciones de auténticos forjadores de mitos, es la autora del libro John Daniel Evans “El Molinero”, en el que cuenta la verdadera historia de su abuelo y por consiguiente buena parte de la historia de la colonización galesa del Chubut.
Clery consciente de la historia de su familia, y dada la repercusión del libro de Chatwin En Patagonia, creó el Museo del Malacara, visita obligada para todo buen aficionado a la Historia de Patagonia.
Hablar con ella en su casa allá en Trevelin fue como tener ante nosotros un libro de historia hecho persona. Oír de su propia voz lo que antes habíamos leído y el cariño con que nos trató permanece como otro de los grandes recuerdos que nos hemos llevado de Patagonia.
Para nuestra suerte, ese cariño y el contacto no se perdieron y hoy tenemos el privilegio de “hablar” con Clery, quien muy amablemente va a contestar una carta abierta para todos los amigos del Guanaco.
Sígannos al Cartref Traid...al Hogar del Abuelo.
A modo de invitación, nada mejor que lo escrito por Adrián Gimenez Hutton en la página 60 de su libro La Patagonia de Chatwin, en este caso magnífico pie de foto

Cartref Traid

“Un sendero llevaba hasta una casita de adobe con techo de tejuelas de ciprés y puertas y ventanas de madera barnizada, que estaba en medio de un jardín repleto de flores y con un aljibe al frente”.

John Daniel Evans
Esta es la foto de la portada del libro de Clery, observen que el Sr. Evans está sentado en lo que fue el primer molino harinero de Trevelin.
En muchos libros se habla de su abuelo, extraordinario personaje quien en 1865 con tres años llegó a Patagonia a bordo del Mimosa. Pionero en las expediciones a la cordillera que culminaron con el descubrimiento del valle donde hoy esta situado Trevelin. Participó en la fundación de lo que en un principio se denominó Colonia 16 de Octubre, que con el tiempo pasó a denominarse Trevelin (Pueblo del Molino en galés) por el cuarto molino harinero que el Sr. Evans construyó (hoy día es el Museo Regional de Trevelin).
J.D. Evans fue uno de los protagonistas de la lucha del pueblo galés contra penurias e inclemencias, del plebiscito de 1902...personas y momentos claves en la historia de la Patagonia. Con su caballo el Malacara escribieron una de esas páginas donde la historia se funde con la leyenda.
Igualmente los libros hablan de Milton, padre de Clery, al que Chatwin maltrató, mientras según cuenta la misma Clery a Adrián G. Hutton, ella, estando embarazada, les preparaba milanesas.

Hoy les ofrecemos la primera parte de esta “entrevista epistolar” a Clery Evans.

Trevelin
¿Cómo va la vida en el Cartref Traid?

La vida en el Cartref Traid fue muy activa en Enero, pero luego decaelentamente a medida que las cordilleras se tiñen de ocres y amarillos con la llegada del otoño, esperamos los cuatro días de Semana Santa con gran esperanza y luego hasta enero del próximo año no tenemos turistas, pero el lugar sigue siendo mágico con todas las estaciones de distintos tonos.
Por ahora juntar mosqueta para hacer dulce, los hongos de campo, ahumar algo de capón, hongos en ristras algún queso casero, chorizos, para luego en el largo invierno degustar junto al fogón y pensar lo hermoso será la primavera.

¿Hubo muchas visitas este año?

Este año la mayor cantidad de turistas fue en enero, luego decayó mucho. De todos modos lo recaudado en un mes no es suficiente para mantener el patrimonio todo el año.
Decir a los viajeros que en Trevelin los galeses reconocerán su interés si lo pronuncian “Trevélin”, es solo un detalle pero tiene su importancia...una contraseña.

¿Podés contarnos del Trevelin de tu infancia y así mismo un poco del Trevelin del 2006?

Nuestro TREVELIN creció tanto en el término de cinco años... sin un Plan Estratégico para soportar el consumo de gas, electricidad, etc. y para soportarnos, que por momentos no lo conozco.
Pero seguimos siendo el pueblo tranquilo, silencioso, el contorno de sus montañas que se recortan sobre el cielo azul, el sol ocultándose en el oeste y deja imponente el TRONO DE LAS NUBES como si protegiera de noche nuestro hermoso Cwm Hyfryd (Valle Encantador).
Al atardecer las avutardas o gansos regresan a sus nidos en forma de V dicen que el mas fuerte va adelante para romper el aire y sigue la bandada, solo el graznido de las bandurrias anuncian el amanecer. Seguimos cultivando el canto, el idioma de nuestros abuelos, las costumbres mas fuerte que nunca, y definirnos como lugar de tradiciones galesas.

La inevitable referencia a Chatwin, decirte que el mismísimo Osvaldo Bayer en persona ironizó sobre el inglés. Resaltar que en este caso Chatwin contribuyó a la divulgación de la historia, y Clery Evans con su libro ha podido explicar – puntualizar los hechos.

Dice Clery:

Chatwin fue un pionero de los años 70, cuando Patagonia todos sabían que existía pero pocos se largaban a recorrerla. Sin colectivos que funcionaran y remotamente pensar en turística. Si ahora para Uds. es toda una aventura con teléfonos satelitales y bolsas de Dubet.
El fue irónico, y el se rió de los patagónicos pero supo captar la esencia de cada personaje y todo el mundo conoció Patagonia. Como dice mi hijo fue un genio que describe cada situación y a lospersonajes tan reales, pero dentro de una fábula. El traía una camisa celeste y un pantalón gris una pequeña mochila, una libreta de tapas negras y un lápiz. Admiro todo lo que captó y gran memoria, y que no entendía castellano, no le creo todo lo que decíamos (*) él lo anoto a su manera... burlesca.
(*) Clery se refiere a las palabras que Chatwin puso en boca de su familia.
Yo conocí la palabra MYLODON con Chatwin, no tenia idea que clase de animal podía ser, pero luego leyendo A ORILLAS DEL RIO CHUBUT de William M. Hughes, descubro que Lord H S. Cavendish era alto sencillo fuerte vino con su secretario y unos amigos pero lo impresionante era la bolsa de recompensa por el Mylodon año 1899. Se imaginaban un animal como el elefante de la familia de los Sloth. Los valles cordilleranos fueron recorridos en busca del Mylodon l899.
(**) Respecto al comentario de Clery sobre el Milodón anduve buscando referencias y por casualidad encontré en el libro Versiones de la Patagonia de Jorge Fondebrider una referencia al abuelo de Clery. Comentarles una curiosidad-error ya que según el libro, el que sobrevivió al ataque de los indios fue Davies, lo cual añade más atractivo a nuestra charla con Clery.

Valle del Río Chubut
Y un lujo más, a continuación Clery nos transcribe personalmente unos párrafos de A Orillas del Río Chubut que nos ilustran sobre esta poco conocida historia.
Nos escribe Clery:
Con respecto al libro de Hughes: "Mientras el año era joven aún y la aurora de la esperanza jugueteaba en el coral de sus mejillas, la colonia fue visitada por Lord H.S. Cavendish, sobrino del duque de Devonshire, luego de la visita del Presidente Roca, he aquí uno de los nobles de Gran Bretaña que llega a conocer la suerte de unos pocos galeses en un país lejano.
Frente a esto se llego creer firmemente que la suerte cambiaba a favor de la colonia. Cavendish era un joven alto y fuerte y completamente sencillo. Trajo consigo a su secretario privado y varios otros compañeros y lo que era más importante aún, a los ojos de mucha gente, una bolsa llena. Se publicó que su misión era la caza, pero ¿la caza de qué?
Se por una conversación que mantuve con su secretario, que este era fino oído y sagaz de vista y que se fijaba en todo... A pesar de ello su señoría afirmaba que su propósito era buscar aquel gran animal prehistórico, el Mylodon.
Unos meses mas tarde, estuvo Heiiketh Pritchard, de parte del Daily Mail de Londres, en los valles y bosques de la cordillera, en la misma búsqueda, pero en vano.
Este Mylodon era un animal enorme, tan grande como un elefante, de la familia del Sloth, con montones de huesos redondos en su cuero, para protegerlo de las otras fieras. Su Señoría no pudo ver a este interesante animal, si no lo vio en sueños y pronto se ausento.
Después de esta visita, a las pocas semanas de su partida, llego otro hombre que decía llamarse lord Reed. También fue atendido, y muchos pensaron que la colonia era seguramente un lugar importante ya que era visitada por tantos huéspedes distinguidos en un lapso tan corto de tiempo, DRAFOD (el diario de la colonia) lo llamo “Buen Samaritano” y muchos otros nombres agradables.
Se le dio gran recibimiento a su Señoría en todas partes y los residentes de Trelew tenían rostros dilatados en una ancha sonrisa y en los ojos de algunos se veía un brillo juguetón, sugiriendo claramente que el dueño de aquellos ojos pensaba que siempre había alguna providencia en un desértico lugar de estos.
Pero de pronto se corrió el rumor de que Milord Reed, por alguna mala suerte había dejado olvidado en casa (o sea en Europa) a su bolsa y a su dinero. La admiración que se le tenía descendió de inmediato desde el calor del verano hasta bajo cero. Una mañana desapareció Milord Reed y también algunos caballos de los vecinos y hubo gran revuelo. Se lo persiguió furiosamente, como antiguamente al Faraón, y se le dio alcance, no a las orillas del Mar Rojo, sino en las inmediaciones del Valle de los Mártires.
Casi muerto ya, en la lluvia y el frío. Al poco andar se trajo a Milord Reed de regreso victoriosamente y a la cárcel con el. Se lo puso en libertad, ya que no tenía nada que pagar su confortable alojamiento y se fue en busca de mejores pastos y la colonia no le vio más.
Después se supo que su nombre era C. Edgerton Reed y que su principal ocupación, aparte de ser aventurero caradura, era el pastorear animales cuadrúpedos (y bípedos también de ser posible).
Por espacio de muchos meses después, era peligro de muerte nombrara Milord Reed al alcance del oído de algunos de los habitantes de Trelew que le otorgaran créditos y generosos préstamos. No tenia mas de Lord que de Tero-Tero-" Del libro A orillas del Río Chubut
Sigamos con la entrevista:

¿Sigue viniendo gente atraídos por el libro, y qué información te parece que tienen?

Es verdad que cada día llegan mas turistas extranjeros buscando la historia a la cual se refería Chatwin y el libro es muy pedido acá en mi casa.

Me gustaría contarles que la negativa del dueño a vender el Malacara al abuelo de Clery motivó una especie de referéndum. La gente decidió en votación que debía ser vendido a John Evans y el Sr. Thomas tuvo que aceptar tal decisión

¿Recomendarías la lectura del libro de Adrián?

Me gusta más el libro de Adrián, absolutamente real y todos los lugares fueron visitados y con mucho conocimiento de lo que quería conocer...

Y hasta aquí la primera parte de esta interesante charla, dejaremos a Chatwin pero en la próxima entrega no dejaremos la historia. Tengan presente que cuando Musters convivió entre Patagones (1870) su abuelo ya llevaba cinco años en Patagonia (por aquel entonces tenía ocho años) y buena parte de Patagonia todavía estaba por conocer (para los europeos claro está).

Dice Clery:

Por hoy dejo la charla me duele el dedo, dándole de mamar a un ternero con mamadera me mordió el dedo y desgarro mi dedo, como verás sigo con las tareas del campo estamos enfardando pasto y avena para guardar para el invierno, no solo yo como...las vacas también.
Hoy llego al Museo un señor de California, Chatwin segundo, libretita lapicera y muchas preguntas de origen Escocia. Hasta mañana y felices sueños, está cayendo una helada grande.
(Trevelin 20 - 21 de Marzo 2006)

Onelli en Trepando Los Andes cuenta su paso por lo que hoy es Trevelin define a la comunidad galesa textualmente en la página 47 del citado libro como “Gente feliz y envidiable”.

Muchas gracias Clery

sábado, marzo 18, 2006



EL GUANACO SE VA AL CINE

Sábado por la tarde, buen momento para una sesión doble (como las de antes)

Hoy programan Historias Mínimas y Bombón el Perro...

A la entrada de la sala no les daré palomitas ni refrescos, horrorosa costumbre que entre otras consecuencias obliga a nuestros oídos a padecer la subida del volumen de las proyecciones para tapar los ruidos de bolsas abriéndose, de gente masticando sin parar y del sonido gutural de latas que se apuran hasta la última gota, eso y que las nuevas generaciones parecen sordas...pero vayamos a lo nuestro que empieza la proyección.

La primera vez que vimos Historias Mínimas disfrutamos como tehuelches tras arrasar un boliche, con una ventaja...no tuvimos resaca.

Esa secuencia del reencuentro entre el Malacara y Don Justo, esa mirada es sensacional... Como acertadísima es la música, magnífica banda sonora si señor. Hay películas que a cada visionado parecen ganar con el tiempo, Historias Mínimas es una de esas películas.

Los personajes e historias retratados por Sorín son fiel reflejo de una realidad que podría fundirse con la ficción...pero no...son bien reales, Patagonia atesora muchas “Historias Mínimas”.



Hemos visitado lugares a los que uno llegó reverente ante la Historia que esos pagos atesoran...Chubut, Santa Cruz...paisajes fabulosos, Terra Incógnita por mucho tiempo.

Otras veces nos hemos internado por ripios para conocer personajes que son monumentos de una Patagonia que se acaba, pero también gracias a los “tiempos modernos” y sus inventos La Rotisería Estelita fue lugar de obligada parada camino de Deseado



Me senté como Don Justo a esperar el paso de uno de esos enormes camiones, a disfrutar de esa secuencia de la película en primera persona.

Estábamos tomando unos cafés, atendidos por dos hermanos de no más de 10 años. En el rato que estuvimos allá no apareció ningún adulto, ellos nos sirvieron los cafés y el cachamai, nos cobraron y hasta nos dieron conversación.

Recuerdo al niño, no tendría más de ocho años, víctima de la polio los hierros en sus piernas no le impedían encaramarse al metegol o a la barra del establecimiento, haciendo demostraciones de una energía descomunal, como queriéndonos decir...¡¡¡esos jodidos hierros no podrán conmigo!!!...que bárbaro muchachito, ojalá que les vaya bien.

Unos kilómetros más allá nos esperaba Jorge Gómez el carabinero del que les conté ampliamente en la entrega de este blog titulada Puerto Deseado Entre Pingüinos Roqueros.

Esa larga tarde hicimos como Mia Farrow en La Rosa Púrpura... habíamos cruzado la “pantalla” estábamos dentro de las Historias Mínimas de Sorín...y esos días seguiríamos dentro de la realidad -ficción coincidiendo después con Bombón en Caleta Olivia.




Este pasado año nuevamente volvimos a “entrar en la pantalla”, para comprar unas facturas en la Panificadora de San Julián, escenario de la genial escena en la que el viajante sugiere rediseñar la torta...

No tuvimos tiempo de participar en El Casino Multicolor a ver si nos ganábamos la multiprocesadora o el kit de belleza

Y Qué decir de Bombón el Perro...moderna fábula patagónica.

Con Bombón jugamos al ratón y al gato.

Andábamos por Patagonia y vimos como la rodaban, pero cuando la estrenaron en nuestra ciudad volvíamos a estar en Patagonia. Dado lo poco que aguantan ciertas películas en las salas de cine comercial, tuvimos que recurrir al “cine casero”. Aún y sin haberla visto como debe verse una película, o sea en el cine, el film es fenomenal.

Naturalmente al visionar Bombón nuestra imparcialidad estaba en quiebra...habíamos compartido hotel en Caleta con el equipo y “las estrellas caninas del film”.

Saludamos a uno de los Bombón, el que estaba en condiciones de filmar ya que el otro había recibido un buen mordisco de su colega (no solo las estrellas de Hollywood tienen problemas de ego). El cuidador nos contaba que se le había infectado la herida en la oreja y que estaba pensando en hacer venir “otro bombón” de Buenos Aires para sustituirlo.

Si alguien dijo que “Patagonia es un estado mental” Sorín en sus dos obras aporta muchas pistas que apuntan en esa dirección.




No es el Malacara ni Bombón pero este amigo de Pirámides hace honor a los perros en Patagonia...algún día les contare de perros.


Vaya desde El Guanaco Volador nuestra admiración por el trabajo de Carlos Sorín.

miércoles, marzo 15, 2006


ALGUNAS HUELLAS DE LA HISTORIA

Huellas de los primeros que pensando en ir al Oeste... viajaron al Sur.

Mucho ha llovido pero el tiempo pasó rápido en Patagonia desde que Magallanes abandonó en Puerto San Julián a Juan de Cartagena y al clérigo Pedro Sánchez de Reina, los primeros “turistas”. Era el 24 de Agosto de 1520 en pleno invierno patagón y no hubo más noticias de ellos.

Hagamos el esfuerzo de imaginarnos en una cáscara de nuez rodeados de ciento noventa y nueve congéneres, saliendo de San Lúcar un 20 de Septiembre para llegar a San Julián (los que aguanten) un 30 de Marzo... medio año de viaje, sin espacio y compartiendo penurias. Ante tanta estrechez no es de extrañar que los motines estuvieran a la orden del día.

Como tampoco es de extrañar que los tehuelches les parecieran gigantes ya que para poder embarcar doscientas almas en esas naves uno de los requisitos era que fueran “pequeños”.

Decir también que a pesar de un primer contacto amistoso con los patagones Magallanes tuvo la brillante idea de “quedarse” con dos indios para traerlos a España... un secuestro que sembró así el germen de la desconfianza en sus anfitriones.



Puede que se rezara la primera misa allá en San Julián, pero según testimonio recogido por Richard Hakluyt cuando Drake llegó allá en 1578 el único monumento que permanecía era el cadalso “en el que probablemente Magallanes ejecutó a algunos de sus capitanes indóciles y rebeldes”.

Un cadalso, dos turistas y varios cadáveres fueron la “primera obra de arte” llegada del Viejo Mundo, un anticipo de lo que vendría.

En San Julián, “un muy buen puerto” con trágico inicio, Drake ordenó decapitar a Thomas Doughtie...400 años después las tragedias se repetirían ahora revestidas de injusticia social.

Eran los tiempos de Enrique VIII y Carlos V, de las fusiones de Felipe II con María Tudor, (la inventora del bloody Mary) de cismas, de la descarada apetencia de Inglaterra por las posiciones Españolas y de la manifiesta inoperancia de la corona española, véase como ejemplo el desastre de La Armada Invencible en 1588.

Nueve años antes Drake había atacado El Callao y Sarmiento fue el encargado de salir en su persecución llegando hasta el Estrecho de Magallanes. Drake se esfumó y Sarmiento decidió poner proa a España para proponer la fortificación de las angosturas del Estrecho.

En 1581 Sarmiento de Gamboa zarpó de España con quince naves y tres mil hombres, nada más salir una tempestad hundió cuatro naves y desaparecieron ochocientos hombres. Numerosos avatares alargaron su llegada al Estrecho al que arribó por fin en febrero de 1584. Dos semanas después Sarmiento y 277 personas su quedan “solos” en el Estrecho, no tuvo suerte y sus desgracias se sucedieron una tras otra culminando con el trágico final de su “primera colonización del Estrecho de Magallanes”.

Sarmiento acabó preso por Walter Raleigh, llevado a Inglaterra fue liberado por Isabel I desembarcó en Francia donde los hugonotes le encarcelaron por tres años. El rey de España pagó por su libertad pero acabó degradado a cuidador de barcos y murió en alta mar.



Isla de los Muertos
1587 los colonos llevaban tres años abandonados en El Estrecho esperando naves de España que nunca llegaron (historia que se ha repetido en tiempos más recientes en Caleta Tortel).

Por esas fechas de los doscientos setenta y siete solo quedan diez y seis. Es el año de la ejecución de María Estuardo, Cavendish llega al Estrecho y cerca de Cabo Vírgenes recoge a uno de los supervivientes abandonando al resto a su suerte.

Se interna en el Estrecho y cuando llegan a la Ensenada Rey Felipe se encuentran con el asentamiento abandonado. En el interior de “las casas” yacen los cadáveres de sus moradores y en la plaza cuelga de la horca un pingajo humano; es tal la fuerza del viento que el cuerpo pende casi horizontal...a la distancia semeja ropa tendida...desde ese día Rey Don Felipe pasó a llamarse Puerto Hambre. Así acabó el primer intento de colonización de Patagonia.

martes, marzo 14, 2006



Pinturas

Drake, Cavendish, Magoths...piratas para unos, héroes para otros... La gente que se movió durante años por allá mató indios, secuestró niños y empezó a practicar por primera vez “la guerra química” propagando la viruela y otras enfermedades. Siguieron siglos de movidas, de naufragios y malones.

En 1741 está documentado el naufragio de la fragata Wager en la Isla de Guayanescos (al Sur del Golfo de Penas) cerca de Tortel.



Cerca de Tortel

La Wager formaba parte de la escuadra que Inglaterra mandó para atacar Valdivia.

Al cabo de un tiempo las desavenencias dividieron al grupo de náufragos (entre los que se encontraba John Byron abuelo del poeta). Unos acabaron presos en Valparaíso hasta 1745, los otros decidieron volver por el Estrecho de Magallanes en una reconstruida goleta con los restos de la Wager.

Habían naufragado el 14 de mayo y este segundo grupo siete meses después doblaban el Cabo Vírgenes. Un dato significativo es que durante ese tiempo siempre contaron con la ayuda de los indios chonos.


Isla de los Pingüinos

Tras salir del estrecho, en tres días llegaron a La Isla de Los Pingüinos y Puerto Deseado donde hicieron provisión de carne de lobo marino. A los días reemprendieron la marcha, doblaron el Cabo Blanco y al poco tiempo la carne de lobo empezó a podrirse.



Alrededores de Cabo Blanco

Dice el cronista: “era necesario personas tan hambrientas como estábamos nosotros para avenirse a esos pescados semi podridos. Cualquier insecto, sin reparar el olor, lo comíamos, más, lo devorábamos, nos habíamos acostumbrado a la más repugnante inmundicia.

Las bajas eran constantes, entre ellas el racionero de lo cual el cronista se permitió ironizar al opinar que fue el primero de su rango en la Armada Real que murió de hambre. El relato continúa con la descripción de corpulentos perros que más adelante constituyeron un gran festín...

Hasta ahora hemos seguido las huellas dejadas en las costas patagónicas pero ¿y el interior?

Puede que la Trapananda o La Ciudad de los Césares fueran inventos para atraer a incautos pero lo cierto es que hasta finales del XVIII esta quimera movió numerosas expediciones.

Unos dicen que en 1528 el Capitán Francisco César regresó contando las maravillas que había descubierto.

Hay quien atribuye al naufragio en 1540 de Fray Francisco de la Rivera la leyenda de que sus supervivientes se internaron en el continente, se mezclaron con los indios y fundaron La Trapalanda o Ciudad de los Césares...otros dicen que fueron los mismísimos Incas.

Desde 1551 Alderete (que acabó loco) hasta los Ponce de León, Mascardi o ya más adelante en 1783 Fray Menendez o Villarino, la mayoría además de someter a los indios del Norte Patagón ya fuera con la cruz o con las armas, trataron de hallar la mítica ciudad.

A medida que el continente se iba conociendo...la posible ubicación de la Trapananda iba desplazándose sospechosamente hacia el Sur...más de una mentira se destapó...y sin ir más lejos hace cuatro días Chatwin hablaba de la zona del Paso Roballos como posible lugar donde se hubiera ubicado tal ciudad.



Paso Roballos

El Paisaje es sensacional y es fácil caer en la tentación de elucubrar...imagínense si además estás pasando un hambre atroz...

Los datos de esta entrega han sido recopilados de los siguientes libros:

Versiones de la Patagonia de Jorge Fondebrider
Vida Entre Patagones de Musters
Pequeña Historia Patagónica de Armando Braun Menendez
La Patagonia de Chatwin Adrián Gimenez Hutton

Ejercicio recomendado: Traten de ubicar en un Mapa los citados lugares e imagínense las vicisitudes relatadas

jueves, marzo 09, 2006


LUGARES PARA RECORDAR

Salamandras

Salamandras en Coyhaique, donde Patagonia pasó a ser para nosotros “otra cosa”



Piedra del Indio

La primera vez que visitamos Coyhaique hacía un día espléndido, llegamos sobre las once de la mañana y el trayecto de Balmaceda hasta Salamandras con los micros de los Valencia a toda pastilla fue un aperitivo que insinuó paisajes fabulosos. En la foto El Indio vigila el cauce del río Simpson



Cuando desembarcamos del micro y vi por primera vez Salamandras pensé ¡¡¡esto promete!!!

Salamandras es obra de Santi y Chus dos personas singulares y valientes y la parroquia que allá confluye es de lo más “formativo” que se puede encontrar.

Ver el Salamandras, saber que está construido por dos personas que “cortaron” con la vida de urbanitas y que fueron capaces de instalarse en lo que aquel día era para nosotros “un lugar remoto” nos causó gran admiración y respeto.


Rufa
Con el paso del tiempo Coyhaique se convirtió en lugar de obligada visita, y
con el mismo paso del tiempo han cambiado las circunstancias personales, los proyectos se han movido, por desgracia un amigo se apeó en el camino, aparecieron nuevas personas, una pequeña aventurera está por llegar... en fin...la VIDA.

En nuestros primeros kilómetros por Aysén (más información de estos lugares en este blog) íbamos a recorrer el Lago Gral. Carrera –Buenos Aires o Chelenco como prefieran.



Nos íbamos a instalar en Bahía Catalina y Chile Chico para luego volver con el Pilchero hasta Puerto Ibáñez y regresar a Salamandras.



Días más tarde, haciendo tiempo esperando la salida del Pilchero nos perdimos por los alrededores de Chile Chico.

Al final del Pilchero nada y tuvimos que hacer el viaje de vuelta por el mismo camino (10 horas de viaje) con el aliciente del atardecer y la incógnita de un pinchazo. Cambiamos la rueda casi de oído...era negra noche en La Austral...pregunté:

¿Santi tienes otra rueda?....NO respondió...

¿Y si volvemos a pinchar?... y Santi...calla, calla no lo digas...como si esto atrajera al Gualicho.

“Gajes del oficio”, si quieres huir de la turistada tienes que arriesgar un poco y en todo caso Patagonia es Patagonia.


Hemos convivido muchos días con lo bueno y malo que todos tenemos. Hemos vivido magníficas experiencias, volamos por el C.H.N. en avioneta, acabamos remando en la chata de Arratia para llegar a Tortel.




Con su “montura” hemos hecho muchos kilómetros (son miles no exagero) para visitar recónditos lugares de Patagonia.



En Deseado atacamos al Criadores hablando de Tehuelches, Colón y Don Pelayo mientras Javier nos miraba con compasión mientras apuraba un Fernet con coca.

Hemos caminado por sendas que no se pueden olvidar.



Recuerdo nuestra frustrada caminata al Leones, que compensamos con la aproximación a ese glaciar que se “comió” media montaña.



Imposible hacerse a la idea de la magnitud del derrumbe en pleno valle del Río Leon. Las piedras del centro medían unos diez metros de altura. Nos sirvieron de refugio del viento que corría por el valle proveniente del San Valentín.


San Valentín

Muchas cosas hacen de Salamandras...



Un Lugar para Recordar.






domingo, marzo 05, 2006



Puerto Tranquilo

DÍA DE OCIO EN PATAGONIA

Un día para vivir Historias Mínimas, imágenes para rememorar sensaciones.

Sígannos para descubrir “pequeñas” cosas cotidianas de Allá en La Patagonia...



Empecemos el día saboreando la mermelada de rosa mosqueta y luego podemos pasear un rato a orillas del gran lago



Chile Chico


Lago Chelenko


Jeinimeni

O aventurarnos a hacer ruta, trayecto que bien seguro nos brindará vistas excepcionales



Viedma



Podemos adentrarnos en el paisaje, integrarnos en él y observar “el silencio” en silencio...pasar de la inmensidad de lo enorme



Notro

A la inmensidad de lo pequeño para observar los fabulosos diseños de la naturaleza

En silencio será como recibiremos visitas inesperadas


Carancho


Zorro Gris


Choique


Bandurrias

Puede que las bandurrias simulando ser guanacos nos despierten con su canto - relincho





Podremos perdernos por laberínticos senderos que nos sumergen en bosques de fantasía


Arrayán



Capilla de Mármol

Adentrarnos en grutas inquietantes para saltar en el espacio – tiempo y dejarnos seducir por el Efecto Perito



Alucinación óptica



Solo el descarado sol del atardecer se atreve a pintar graffitis efímeros en el Perito.




Podemos perdernos por laberintos de piedra donde puede que el Gualicho se transforme en pintura engañosamente inerte.


Ripio

Marcharemos por la Austral, la 40, la 3 o cualquier Ripio...para aprovechar “lo que queda del día”



Costas de San Julián


Atardecer en Península

Más tarde seres de leyenda danzaran al son de esa sublime sinfonía cromática que interpreta el sol en los atardeceres...Allá en la Patagonia.



Atardecer en La Cordillera

Empezamos en Puerto Tranquilo y a Tranquilo hemos vuelto...nada mejor tras un DÍA DE OCIO EN PATAGONIA