jueves, marzo 30, 2006


CHARLANDO DE PATAGONIA CON CLERY EVANS Tercera Parte

Recobramos nuestro “diálogo virtual”, pero antes quiero agradecer a Clery los consejos que nos viene dando sobre libros. Clery como les dije nos regala lecciones de la Historia de Patagonia con sus palabras...disfrutemos pues de ellas.

¿Puedes contarnos la relación de tu abuelo y tu padre con los tehuelches?

La relación de mi abuelo con el tehuelche fue óptima. Gracias a estos gigantes ingenuos, bonachones y con gran destreza para cazar los galeses comían guanaco y liebres maras que canjeaban por pan y aprendió mi abuelo a vivir en Patagonia con la gente del cacique Wisel.

El comentario de los inviernos cuando llegaban los tehuelches a la costa del valle del Chubut y en especial de su amigo, era la descripción de las cosas bonitas que veían en el verano, seguir el sol, donde se pone el sol hay montañas, nieve, pastos y oro.



Y al respecto de lo comentado sobre la primera expedición de su abuelo a la Cordillera Clery nos escribe:

La fiebre del oro, la falta de trabajo y el espíritu aventurero de John hicieron que en l883 saliera a buscar oro en "pepas". Tres amigos, 18 caballos y una yegua madrina, fueron 6 meses para cubrir 600 Km. tras una ilusión. Pero el oro de Chubut es oro en polvo, cabalgaron 100 Km. por mes hasta llegar a la actual localidad de Gualjaina, oro no había pero sí pastos tan altos que llegaba al lomo del caballo esto jamás visto por los jóvenes.

Clery nos aconseja otro libro:

Les recomiendo un libro nuevo del 2005, se llama PATAGONIA Adiós (porque lo que Musters vio y nadie podrá verlo jamás) de Antonio Beorchia Nigris.

Él en persona realiza el viaje de George Chaworth Musters, desde Río Chico hasta Carmen de Patagones. Relata de las áridas mesetas, las estancias abandonadas, la casi extinción de la fauna autóctona, la creación de nuevos latifundios por parte de firmas multinacionales, las traumáticas alambradas, los gauchos sureños y sus costumbres, la preocupante merma de rebaños de ovejas, el viento que no da tregua son lo que este gran autor describe Estoy orgullosa de haberlo conocido ya que este año llego a mi humilde museo a traer el libro de solo 120 ejemplares (el total editados) por razones económicas y el 013 es el mío.

Eran 13 hombres, 19 caballos un año de preparativos y 5 meses de 3000 Km. recorridos de dura marcha. Realizo la travesía con un grupo de italianos intrépidos aventureros. Pienso que relata tan bien a Orkeke el guía tehuelche, al gran Casimiro, que este libro debe estar en tu escritorio, hace referencia a Ramón Lista. Este gran hombre Nigris escribe de arqueología, de alta montaña y es andinista.



Admiración, sana envidia, ¿o ambas cosas a la vez?...¡¡¡Quien pudiera emular a Musters!!!

Frente a lo que anda haciendo de Patagonia un “lugar en vías de extinción” nada pueden las palabras de este modesto blog, perdido cual mensaje en una botella entre los 18 o 20 millones de entradas sobre Patagonia en Internet, pero nos queda la intima satisfacción de contribuir a ver con ojos de respeto y admiración la Patagonia que aún permanece y por la que vale la pena dejar constancia.

Continuará

4 comentarios:

El Guanaco Volador dijo...

Hola Maru, muchas gracias por tu comentario.

Un gusto compartir contigo la fascinación por Patagonia.

Felicidades por tu Aventuras

Seguiremos leyéndonos.

Anónimo dijo...

el azar me trajo hasta este blog perdido como dice entre las miles de entradas para patagonia. este verano viajamos por tierra 7000 kms. para mostrarle a mis hijos la tierra donde nací. sobrecogedora es la pampa, solo deseo volver. felicitaciones de una "fueguina"

Anónimo dijo...

que hermoso saber, la verdad que traen las mentiras, de mi patagonia
desde columbus, ohio
cristian caceres

sergio dijo...

Este año viajamos por la ruta de los galeses,pasamos por El Valle de los Martires y terminamos en Trevelin escuchando el relato amable de Clery Evans .Una gesta para destacar la de los pioneros y la prueba irrefutable una vez mas que otra colonización menos despiadada e impiadosa hubiera sido posible en el resto del país.

Sergio de Claromecó